Copán se desarrolló como un centro urbano durante el periodo clásico de la civilización maya. El asentamiento alcanzó una población de 20.000 habitantes en su época de mayor esplendor. Copán estuvo gobernado por una dinastía de 16 reyes mayas.
Fue uno de los centros mayas que más contribuyó al desarrollo de la astronomía; allí se celebraron varios congresos de astrónomos. El altar Q en el que aparecen 16 astrónomos -cuatro en cada cara lateral-, fue erigido en conmemoración de uno de estos congresos.
Al observar las ruinas de Copán, podemos percatarnos de tres características especiales:
1. Encontramos representaciones del falso arco maya:
2. El patio de juego de pelota.
Estos campos consisten en una sección central angosta, con extremos más anchos, paredes en declive a los lados y finalmente plataformas, que soportaban edificios ceremoniales. Este no era en realidad un deporte, si no algo que se realizaba con fines ceremoniales y por lo general finalizaba con el sacrificio del jugador principal.
3. Y sus esculturas en piedra.
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